Protagonizada por Kelsey Asbille y Finn Wittrock, esta cinta producida por Sam Raimi cumple su cometido: entretener.
Don’t Move es una película de suspenso que se centra en un juego de gato y ratón entre un hombre y una mujer en el bosque.
La cinta, dirigida por Brian Netto y Adam Schindler, cuenta la historia de Iris, que se encuentra deprimida por la muerte de su hijo y dispuesta a acabar con todo en un bosque abandonado, hasta que conoce a un carismático extraño que la convence de no terminar las cosas.
El problema es que ese hombre “encantador” le inyecta una potente droga que la deja inmóvil, y eso desata una persecución y guerra entre ambos.
Producida por Sam Raimi, la cinta resulta muy emocionante y angustiante a la vez, por la situación en la que se encuentra Iris, y la manera en que intenta escapar.
Los protagonistas Kelsey Asbille (como Iris) y Finn Wittrock logran un atinado trabajo que hace que jamás pierdas el interés por lo que están pasando.
A final de cuentas el recorrido que vive la protagonista resulta un llamado de atención para intentar aferrarse a la vida que ella misma quería terminar.
Don’t Move es muy efectiva, y vale la pena ver la cinta de hora y media en Netflix.
Fuente: www.dallasnews.com